El FC Barcelona parecía un equipo invencible. Todos los equipos que 'osaban' enfrentarse con él salían escaldados, con enormes goleadas, y los que no, se despedían dando gracias al cielo por tener la suerte de perder, pero no por goleada... Entonces llegó el 2009, y con él las remontadas.
El equipo de Pep Guardiola comenzó a aficionarse a remontar partidos, luchaban por marcar el gol, pero el destino hacía que lo encajasen ellos primero. Las primeras veces lo hizo aún más grandes sin cabe, ya que de ir por detrás en el marcador le daban la vuelta al partido hasta imponerse, a veces con rotundidad...
Pero entonces llegó el Betis. Ese equipo de media tabla que parecía que no plantaría cara al 'todopoderoso'... y vaya si lo hizo... Valdés tuvo que sacar el balón de su portería en dos ocasiones, y si bien es cierto que el azulgrana lograron el empate, ya comenzaron a mostrarse algo menos fuertes.
Lo peor llegó una semana después... el derby catalán. Evidentemente el Barça llegaba como favorito indiscutible, ante un Espanyol colista y al parecer con poco recursos, pero el 'recurso De la Peña' fue más que suficiente para hundir al Barça que por más que lo intentó, no consiguió nada... Cedió los tres puntos en casa ante el colista, ante el vecino... y eso duele.
Pocos días después ha llegado la Champions League... contra el Olympique de Lyon... Los de Barcelona llegaban nuevamente como favoritos, y los primero cinco minutos de partido fueron suyos, pero entonces llegó un misil de Juninho Pernanbucano y estropeó la posible fiesta a los 'culés'. Los primeros 45 minutos fueron claros para los franceses, y aunque en la segunda mitad el Barça consiguió un importante empate, comienza a ser evidente el desgaste de permanecer 'vivos' en tres competiciones... Liga, Copa del Rey y Champions.
Aún queda mucha competición por delante, y puede que este 'descanso' de resultados sea el aviso de una nueva lluvia de goles y victorias... de momento nadie critica a Guardiola, las cosas siguen yendo bien mientras van bien, y Pep se lo ha ganado sin duda con trabajo duro y estar encima de sus jugadores y pendiente de hasta el más mínimo detalle.
El problema de los equipos es que cuando las cosas van bien queremos a todos, y en el caso de ser 'de casa', como el caso del técnico catalán, hace que sea aún más querido por los seguidores... pero en contrapartida, cuando las cosas van mal no queremos a nadie, ni presidentes, ni jugadores ni entrenadores, y en el caso de ser 'de casa', como es el de caso de Pep, las cosas pueden ser muy duras, ya que los seguidores de los equipos podemos ser muy fieles, pero también muy crueles.
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