jueves, 14 de enero de 2010

Y entonces llegó el día en que el Barça perdió...


El Barça no es invencible, no. No lo es ningún equipo.

El Barcelona del debutante Guardiola ganó TODO, todo por lo que jugó, se lo llevó todo y siguió con las mismas ganas y el hambre de partidos. "Todo ganado, todo por ganar" han dicho porque es lo que tiene el fútbol, que en cuanto acabas con una temporada, aún no has pasado la resaca de cava (catalán por supuesto!) por celebrar cada uno de los títulos, cuando te estás encontrando con la nueva edición de cada uno de los torneos que acabas de ganar.

Puede que la eliminación del Barcelona en Copa del Rey sea una decepción. Los culés que veían al equipo jugar contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuan, creyeron que la remontada llegaría... y más viéndoles jugar como lo hicieron en la segunda parte. ¿Hubiese sido lo justo? Sí y no.

: Porque el fútbol desplegado mereció eso y más.
No: El Sevilla fue capaz de vencerles en Barcelona, en su 'templo', y eso no pasa todos los días. También merecieron su gloria. La tuvieron.

En casos como este hay dos modos de tomarlo. Sin vivir del pasado, que a día de hoy es lo que son las 'seis copas', pasado e historia, imborrable y agradable, pero historia al fin y al cabo. Hay que seguir adelante.

El primer modo de verlo es pensar que el Barça ya no es el del año pasado y que es imposible que repita. Efectivamente ya es imposible repetir, pero el segundo modo para verlo también es muy claro.

El Barça llegó a TODAS las finales de TODOS los torneos por su buen juego, pero también con un 'pelín' de suerte, la que suelen tener los más grandes... Si no, preguntemos al Chelsea y a ese maravillosos gol de Andrés Iniesta en el tiempo de descuento... ¿Eso a qué se debe? Partidos, minutos, más partidos, más minutos... y eso equivale a cansancio, mucho cansancio.

Fuera de la Copa del Rey, Guardiola y sus artistas tendrán menos acumulación de minutos y partidos en sus piernas, y esto podrá llevarles a tener más oportunidades de dar más (aún más!) en el resto de los torneos que aún están sobre la mesa... además... ¿qué culé no sueña con ver a Carles Puyol como capitán del Barça levantando la copa de Champions en el Santiago Bernabéu?

Si alguien dice "yo", definitivamente... No es culé, no de corazón.