miércoles, 22 de abril de 2009

Fútbol y boxeo

Viendo las imágenes que protagonizó Pepe en el partido entre el Real Madrid y el Getafe, me imagino que el central, en su niñez debió debatirse entre dos posibles futuros... el fútbol, que finalmente escogió (?) y el vale-tudo.

Tal vez durante el partido, el portugués sufrió un pequeño lapsus y durante un instante, y confundido, pensó que había optado por la segunda. Se encontró cómodo con su contrincante en el suelo, y antes de que llegase el final del combate, decidió dejarle KO a patadas.

Su 'contrincante' era Casquero, futbolista que además de ver como el jugador rival le empujaba y tiraba al suelo, no tenía ningún problema en seguir pateándole una vez que estaba 'fuera de combate'. Tan impresionado debió quedar el jugador del Getafe, que lanzó el penalty del modo en que lo hizo, regalando el balón al portero del equipo del agresor, y porteriori, el partido. Pero eso es lo de menos.

No contento con la agresión sobre Casquero, Pepe decidió seguir adelante asestando un golpe a Albín que le recriminaba su acción, gracias a un compañero la cosa no fue a más, porque quizás aún no se había dado cuenta que no estaba en un cuadrilátero, sino en un campo de fútbol.

Se espera que Pepe tenga un castigo ejemplar, la pregunta es si puede estar a la altura de su brutal agresión. Lo cierto es que con acciones como éstas se tendría que usar mano dura, no tener en cuenta ni mucho menos, la altura de la temporada en la que están, ni el color de la camiseta que se lleva, ni lo que pueden jugarse por perder un jugador importante, actuar en la misma medida en que el agresor ha actuado. Lo sabremos el viernes.

miércoles, 1 de abril de 2009

La soledad de los tres palos

Es difícil ser aquel que solo se lleva la culpa, aquel que nunca hace bien, aquel del que solo se acuerdan cuando falla, pero nadie aplaude cuando acierta. Es difícil saber que, aunque hagas tu trabajo bien, que cumplas con creces, siempre estarás mal mirado. Es díficil ser esa persona, es difícil ser Víctor Valdés.

Víctor Valdés, que siempre ha tenido que soportar comparaciones con Iker Casillas, con Pepe Reina... y con cualquier otro que se enfunde los guantes. Valdés, quien para penaltis, quien tiene un juego alto muy seguro, quien pese a no tocar casi balones debe estar preparado para ello, en forma, atento, concentrado. Si hace una buena parada es tan solo su trabajo, si le meten un gol es el peor portero.

Si sonríe bajo los palos es porque no se toma su trabajo en serio, en cambio, si está serio es porque es un 'chulo'. No hay un término medio siendo Víctor Valdés.

Si un delantero falla quizás su error no se note tanto como puede notarse el error de un portero, llámese Víctor o Edwin, si un portero acierta, siempre parece estar bien, siempre que no se llame Valdés.

Desde que llegase a la titularidad en el FC Barcelona, Valdés siempre ha sido discutido, sí, como lo han sido todos los anteriores... Hesp, Dutruel, Baía, Reina, Rustu, [...], pero algo debe tener ese 'mal portero-chulo' que después de tantos años igue llevando el '1' en la espalda, sigue soportando las malas caras de la afición y las críticas no siempre merecidas.

Víctor está solo bajo los tres palos. Unos se llevan los aplausos y las luces, él, pese a llevar uno de los pesos más enormes que es el del '1' azulgrana, no es aplaudido, no es respaldado, al menos no en la medida en la que el portero de un club como el FC Barcelona, como Víctor Valdés, se merece.